¿Tenés un bulto en la muñeca? Mirá esto.


Quistes en la Muñeca: Un Nódulo Común y Qué Hacer al Respecto

Si notás un bulto en tu muñeca como el de la imagen, podría tratarse de un quiste sinovial. La ciencia explica qué son y cuándo es necesario consultar a un especialista.

Muchas personas se encuentran con la aparición de un nódulo o bulto en la muñeca, a menudo sin dolor al principio, que puede generar preocupación. La imagen que acompañamos muestra un ejemplo claro de este tipo de protuberancia. En la mayoría de los casos, estos bultos corresponden a lo que la medicina denomina quistes sinoviales, también conocidos como quistes ganglionares.

Estos quistes son formaciones benignas (no cancerosas) que se desarrollan cerca de las articulaciones o en los tendones. Son especialmente comunes en la muñeca, pero también pueden aparecer en los tobillos, pies o incluso en los dedos.

¿De Dónde Salen los Quistes Sinoviales?

Los quistes sinoviales son sacos llenos de un líquido gelatinoso y espeso, similar al que lubrica las articulaciones y tendones (líquido sinovial). Se forman cuando este líquido se escapa de una articulación o una vaina tendinosa y se acumula en una especie de «bolsa» debajo de la piel.

Las causas exactas de su aparición no siempre son claras, pero se cree que pueden estar relacionados con:

Traumatismos o lesiones previas: Un golpe o una torcedura en la muñeca.

Microtraumatismos repetitivos: Movimientos repetitivos de la muñeca o el uso excesivo de la articulación (común en ciertos oficios o deportes).

Degeneración de tejidos: Cambios en los tejidos que rodean las articulaciones.

Son más frecuentes en mujeres y en personas de entre 20 y 40 años, aunque pueden afectar a cualquiera.

¿Qué se Siente y Cómo se Manifiesta?

La característica más evidente de un quiste sinovial es la presencia de un bulto visible y palpable debajo de la piel. Sus características pueden variar:

Tamaño: Pueden ser pequeños como una arveja o crecer hasta el tamaño de una pelota de golf. Su tamaño puede fluctuar, incluso desaparecer y reaparecer.

Consistencia: Generalmente son blandos o firmes al tacto, pero no duros como el hueso.

Movilidad: Suelen ser móviles bajo la piel.

Dolor: Aunque a menudo son indoloros, pueden causar dolor si presionan un nervio cercano, un tendón o si interfieren con el movimiento de la articulación. Este dolor puede empeorar con la actividad.

Sensaciones asociadas: Algunas personas experimentan debilidad, hormigueo o entumecimiento en la mano si el quiste está comprimiendo un nervio.

¿Representa un Riesgo para la Salud?

En la gran mayoría de los casos, los quistes sinoviales son completamente benignos y no representan un riesgo serio para la salud. No son cancerosos y no se extienden a otras partes del cuerpo.

Sin embargo, a pesar de ser benignos, pueden ser molestos y generar preocupación. Es importante consultar a un profesional de la salud si:

El quiste causa dolor o interfiere con las actividades diarias.

El quiste crece rápidamente o cambia de forma.

Hay síntomas asociados como debilidad, entumecimiento u hormigueo.

Simplemente, para confirmar el diagnóstico y descartar otras posibles causas del bulto.

¿Cómo se Diagnostican y Cuáles son los Tratamientos?

El diagnóstico de un quiste sinovial generalmente se realiza mediante un examen físico por parte de un médico, quien palpará el bulto y preguntará sobre los síntomas. En ocasiones, se pueden realizar pruebas de imagen como una ecografía o una resonancia magnética para confirmar la naturaleza del quiste y descartar otras afecciones.

En cuanto al tratamiento, no siempre es necesario. Muchos quistes sinoviales desaparecen solos con el tiempo. Si no causan dolor ni limitan el movimiento, el médico puede recomendar una observación («esperar y ver»).

Cuando el tratamiento es necesario debido a dolor o molestias, las opciones incluyen:

Aspiración: El médico puede drenar el líquido del quiste con una aguja. A menudo, esto se combina con la inyección de un corticoesteroide para reducir la inflamación. Sin embargo, los quistes pueden reaparecer después de la aspiración.

Inmovilización: Usar una férula o vendaje puede ayudar a reducir el tamaño del quiste al limitar el movimiento que podría estar contribuyendo a su formación.

Cirugía: En casos en que el dolor es persistente, el quiste interfiere con la función o reaparece después de la aspiración, la extirpación quirúrgica puede ser una opción. Aunque la cirugía es efectiva, siempre existe un pequeño riesgo de que el quiste vuelva a aparecer.

En resumen, si notás un bulto en tu muñeca, lo más probable es que sea un quiste sinovial. Si bien no suelen ser peligrosos, siempre es recomendable una consulta médica para obtener un diagnóstico preciso y determinar el mejor curso de acción para tu caso particular.